sábado, 30 de julio de 2011

¿ESTÁS VESTIDO CON PODER?

Estimado hermano, está muy bien que sepas la sana doctrina, y que diligentemente estudies las Escrituras. Es absolutamente necesario guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones. Es crucial poder contender ardientemente por la fe. Es esencial poder presentar una defensa a todo aquel que nos demande razón de la esperanza que está en nosotros. Pero examina tu propia vida: ¿Estás vestido con poder desde lo alto? ¿Tienes un conocimiento meramente intelectual, o es la sana doctrina que tienes respaldada por el PODER del Espíritu Santo? Ojo, no me refiero a ninguna experienca "extatica" con algún "don carismático" del Espíritu Santo. Me refiero a la presencia y poder real de Dios sobre tu vida, la cual viste a un cristiano con poder para ser un testigo del Cristo vivo. ¿Lo tienes?



jueves, 28 de julio de 2011

FOLLETOS EVANGELÍSTICOS: ¡Examínate!


Cuando predicamos en las calles, a menudo nos encontramos con personas que dicen ser cristianas. Y aunque todos confiesan a Cristo con sus bocas, la mayoría de ellos no tienen la seguridad de su salvación, y muchos nos cuentan de un pecado que los tiene esclavizados. Escribí este folleto justo para tales personas. 



lunes, 25 de julio de 2011

Asalto Evangelístico 21/7/11

El jueves pasado un grupo de nosotros invadimos una de las plazas del Centro de Guadalajara para el Evangelio. Los hermanos Artemio, Juan y yo regularmente predicamos en esta plaza en particular, pero ese día Giancarlo y Joshua (un hermano visitando de los Estados Unidos) se unieron a nosotros. Teníamos una escuadra de soldados de Cristo armados y listos, y nos aprovechamos de este hecho.

Juan comenzó, al predicar al aire libre en un lado de la plaza. (A propósito, el hermano Juan regresó con bien de su viaje a Zacatecas. Dios lo usó para predicar el Evangelio a muchos).

Luego, al mismo tiempo, Josh empezó a predicar en el lado opuesto.

Y mientras que Josh y Juan estaban predicando, Giancarlo fue a una fila de personas cerca que estaban esperando el camión (bus) y comenzó a predicarles.

Después de Juan, llegó el turno de Artemio. Aquí está justo después que la batería de la bocina que estaba usando se acabo. Él siguió proclamando el Evangelio con esa voz retumbante y estruendosa. En realidad no sé porque él usa una bocina, no puedo notar una diferencia cuando predica con una y cuando no.


¡Hasta se llenó de tanta valentía que se paró en frente de esta estatua del papa Juan Pablo II y predicó contra la idolatría! El templo católico estaba solo unos cuantos metros en frente de esta estatua, y tenía sus puertas abiertas. ¡Cuando lo oyeron los que estaban dentro del templo, cerraron las puertas!

Tuvimos varias buenas conversaciones ese día. Mientras que los tres hermanos mencionados arriba estaban predicando, una señora se me acercó. Ella había estado teniendo problemas serios con su esposo drogadicto y alcohólico quien decía ser cristiano y salvado a pesar de practicar el pecado. Ella estaba indignada por su hipocresía pero también muy abierta y receptiva al Evangelio. 

Después, mientras que yo empecé a predicar al aire libre, Giancarlo se sentó en una banca y habló con José Ángel, un hombre que también vio su necesidad de arrepentirse y confiar en Cristo. Él se había dado cuenta de que ni el dinero, ni las posesiones materiales ni ningún pecado podrían satisfacer esa gran añoranza y vacio que sentía que tenía en el corazón, y estaba buscando algo real y verdadero que sí lo podría hacer. Giancarlo le compartió el Evangelio. ¡Ellos hablaron por aproximadamente dos horas! Cuando terminé de predicar fui a donde estaban y también le pudo ministrar. Mientras que Giancarlo estaba razonando con él, un señor católico sentado junto a ellos oyó lo que estaban diciendo y se metió en la conversación. Trató de “ayudar” a José Ángel encontrar la verdad al darle consejo contradictorio y no bíblico. Por un lado argumentaba que María era la “Madre de Dios” y la mediadora de la humanidad, y que la Iglesia Católica era la única iglesia…pero por el otro, el animó a José Ángel a irse con nuestro “grupo” de “hermanos separados” porque éramos “buenos”, le dijo que debía hacer lo que se “sentía bien” para él y lo que le daba paz, y que Dios está en todos nosotros y todos somos Sus hijos. Pregunte al católico si sabía dónde iba a ir cuando muriera. Después de que el católico me respondió que no estaba seguro, José Ángel contestó: “¿Entonces, por qué debo hacerle caso? ¡Usted me está tratando de aconsejar, pero ni siquiera sabe dónde irá! ¡Pero en cambio, estos dos jóvenes aquí saben dónde irán cuando mueran!” ¡Por la gracia de Dios lo entendió! Y comprendió que no le estábamos predicando la “religión”—¡le estábamos predicando Cristo!

Afortunadamente, el católico se fue inmediatamente después, pero un poco de tiempo después otro hombre que afirmaba querer oir la verdad se nos acercó y nos pidió ayuda. Sin embargo, resulto que era un adicto que no quería dejar sus pecados; lo único que quería era dinero. Parecía que el diablo nos estaba tirando estas personas para distraernos para que no hablemos con José Ángel, y para confundirlo. Pero gracias a Dios nada de eso funcionó. Él se fue diciéndonos que se iba a poner a cuentas con Dios esa misma noche. 

Por favor oren por él y por la señora, y todos los demás que oyeron el Evangelio ese día. 


jueves, 21 de julio de 2011

La Profecía en la Biblia

Este es un video buenísimo hecho por el hermano Tony Miano del ministerio evangelísitico, Living Waters (Aguas Vivientes). Para muchos que no conocen la Biblia, puede ser sorprendente aprender que esta contiene muchas profecías que han sido cumplidas...de hecho, más de 300 de ellas. La Biblia verdaderamente es un libro como ningún otro. 





martes, 19 de julio de 2011

LAS CRÓNICAS DE LAS SECTAS: ¿Dios Mata a las Personas?

 El tema de arriba surgió un sábado del año pasado. Después de que prediqué al aire libre, un pastor de “prosperidad” y su familia, y algunos miembros de su congregación, se nos acercaron para hablar con nosotros. Ahora, se puede decir mucho del movimiento de prosperidad y palabra de fe…espero poder analizar los puntos principales de su falsa doctrina otro día. Pero durante una discusión que tuve con la esposa del pastor y dos otras muchachas que estaban con ella, uno de los problemas principales que  parecían tener en contra de lo que yo creía, y el mensaje que acababa de predicar, era mi declaración absoluta de que Dios no sólo mata, sino también manda a las personas al infierno. Una de las muchachas se quedo horrorizada después de que les dije que Dios mata a las personas. La esposa del pastor y las muchachas me dijeron que Dios es bueno, y por lo tanto nunca mataría a nadie. Según ellas, Satanás es el único que hurta, mata y destruye. Dios sólo nos trae cosas buenas, y sólo desea bendecir a Su pueblo. La muerte es simplemente una “maldición” que traemos sobre nosotros mismos, Dios no tenía nada que ver con eso. La enfermedad, el sufrimiento y las vidas cortas son el resultado de nuestras “afirmaciones negativas”; y en cuanto al castigo futuro, nosotros nos mandamos al infierno por rechazar a Dios.
Pero, ¿qué dicen las Escrituras? ¿Es Dios tan amoroso que nunca mataría a nadie? ¿Quién nos manda al infierno, nosotros o Dios? Permitamos que el Señor nos hable a través de Su Palabra:
“Ved ahora que yo, Yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir y yo hago vivir, yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.”
Deuteronomio 32:39
“Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a Aquel que, después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno. Sí, os digo, a este temed.
Lucas 12:4-5

Jehová mata, y Él da vida: Él hace descender al sepulcro, y hace subir.”
1 Samuel 2:6

Además de los versículos claros de arriba, hay muchos otros pasajes, incluyendo:

-La parábola de Lucas 12:16-21, en que Dios mata a un hombre rico

-Hechos 5:1-11, donde el Señor mata a Ananías y Safira por haber mentido

-2 Tesalonicenses 1:7-8, que dice que Cristo regresará “en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo"

-Y, por supuesto, el libro de Apocalipsis, que desde principio a fin está lleno de descripciones del Señor derramando Sus juicios terribles sobre personas y sobre la tierra, y arrojando a los pecadores al fuego eterno (Véase Apoc.2:16, 22-23; 19:11-16; 14:9-11; 15:7; 20:11-15; 21:8, etc.). 

El dios del movimiento de prosperidad atrae al hombre caído porque es presentado como una figura Santa Claus que solo quiere lo bien, y que deja la salvación, la prosperidad, la enfermedad y la muerte en nuestras manos. Aparte de nuestra cooperación y nuestras afirmaciones positivas, él no puede hacer nada—ni siquiera combatir las obras de Satanás. Su dios es impotente, y la criatura humana es soberana. ¿Qué pecador depravado no quisiera eso?

No, la realidad es que el Dios de las Escrituras, como hemos visto, es un Dios omnipotente y justo que tiene la autoridad y poder de dar vida y quitarla. Y porque Él es santo y justo y bueno, tiene que dar a los pecadores culpables lo que merecen: una eternidad de Su ira en el infierno. Por lo tanto, Él manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan y acudan a Cristo, el único que tiene el poder de salvarnos de nuestros pecados y de Su ira.




lunes, 18 de julio de 2011

LETREROS EVANGELÍSTICOS: ¿Estás Listo?


Este letrero en realidad no fue invención mía. Tomé prestada la idea de un hermano de los Estados Unidos que conozco que hizo una cruz de madera y pintó sobre ella las palabras, “¿Estás Listo?”.  Después de colgar imágenes y videos de esto en su blog, muchos cristianos le imitaron, haciendo sus propias cruces y saliendo a las calles con ellas.

Me gustaría armar mi propia cruz de madera, pero por varias razones aún no he podido hacerlo. Por lo tanto la mejor alternativa, y el camino más fácil y práctico, es sólo usar un letrero con esas palabras.

Me encanta “¿Estás Listo?” porque despierta la curiosidad de las personas, abre puertas para comenzar conversaciones, y porque hace que cada individuo piense sobre la vida y la muerte y el estado de su alma. Usando este letrero, muchas veces ni tendrás que buscar a las personas; ellas vendrán a ti y te preguntarán: “¿Estoy listo para QUÉ?”

 Abajo, el hermano Alex y yo demostramos una de las maneras en que se puede usar el letrero. 







sábado, 9 de julio de 2011

¿HAY ALGO QUE FALTA?



La siguiente es una entrada de blog que escribí el año pasado en mi blog en inglés. Aun ahora sigo teniendo la necesidad de recordar esta lección importante.

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Doy gracias al Señor por Sus bendiciones, y por Su disciplina. Últimamente, he sido muy bendecido al tener dos hermanos, Alex y Giancarlo, acompañándome al evangelismo en la ciudad. Hemos estado predicando aproximadamente tres veces a la semana, y por Su gracia hemos visto mucho fruto de nuestros esfuerzos. Muchas almas convencidas de pecado e interesadas se nos han acercado; de drogadictos, a alcohólicos, a cristianos nominales, a católicos, a personas endemoniadas, a hasta un hombre contemplando el adulterio. Hemos testificado a estas personas, las hemos aconsejado, y hemos orado por muchos. Hasta un poco de ellos han estado asistiendo a nuestras reuniones los domingos. Dios ha sido fiel al glorificar Su nombre por medio de nuestra labor.

De hecho, hasta unas semanas atrás, las cosas estaban yendo tan bien que el hermano Alex, quien era nuevo a todo esto, estaba esperando que las cosas siempre sean tan buenas. Él mismo admitió que se estaba sintiendo más cómodo y seguro con esta cosa llamada el evangelismo, pensando que era fácil. Fue un error en su parte, pero todos nosotros cometimos otro error crucial—y un día las consecuencias de este error cayeron sobre nosotros. Yo había estado muy ocupado una semana y no había estado pasando tanto tiempo con el Señor como sabía que debía. De hecho, todos estábamos fallando en esta área. Cuando fuimos al Centro y oramos, sentí una convicción por este pecado y me arrepentí, y mis hermanos también lo hicieron. Y luego me subí a la caja…

Y ahí es cuando lo sentí.

No prediqué algo herético. No me equivoqué en mis palabras, arruinando mi presentación del Evangelio. Ni siquiera me sentí nervioso. Mi mensaje fue claro, conciso y al grano. Con tantos detalles como podía dar, dado el tiempo limitado que tenía, describí la naturaleza de la santidad, justicia y omnipotencia de Dios, la depravación radical del hombre y su inhabilidad total de salvarse a sí mismo, la sensatez de un infierno eterno, el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, y el arrepentimiento y la fe como los medios de recibir la salvación. Hasta utilicé el hebreo para explicar el significado de la palabra “santo”, y en el arameo pronuncié el clamor de nuestro Señor mientras que estaba siendo desamparado del Padre. Después preguntaría al hermano Alex su opinión de cómo hice, y él me respondería que la presentación fue muy clara y entendible.

Sin embargo, bajándome de la caja, sabía que algo iba drásticamente mal.

No logre atraer a una muchedumbre de personas, y sólo algunos pararon para escuchar por unos minutos—pero eso no era el problema. El problema era que me sentía frio, vacio, como si mi boca hubiera escupido ladrillos de acero. Hubo poca unción, casi ningún poder, acompañando mis palabras. Alex predicó después de mí, y luego lo hizo Giancarlo. Y ellos sintieron lo mismo que yo. Algo faltaba. Y esto ciertamente fue aparente: en mayor parte las personas fueron indiferentes, apáticos, sólo pasando por donde estábamos mientras nos oían predicar la Palabra de Dios. Como si nosotros fuéramos un trío de artistas callejeros terribles y sin talento alguno.

Por cierto aprendimos nuestra lección esa tarde. Todos después estuvimos de acuerdo de que nuestra prioridad en el evangelismo necesita ser pasar tiempo con el Señor en oración.

Nuestra necesidad mayor como heraldos del glorioso Evangelio del Señor es ser investidos con poder desde lo alto. Necesitamos ser hombres marcados con la presencia del Dios vivo. Podrás fingir muchas cosas; puedes parecer a los hombres tener un gran intelecto, puedes fingir tener un conocimiento vasto de la Palabra de Dios, puedes incluso engañar a los hombres con una apariencia externa de piedad. Pero hay una cosa que absolutamente no podrás fingir: la presencia y poder del Espíritu Santo sobre tu vida. Cuanto más tiempo pases a los pies de Cristo, más serás transformado y conformado a Su imagen. Y más fruto genuino del Espíritu darás, en secreto y en público. Y más unción acompañará e investirá tu predicación del Evangelio.

El apóstol Pablo le dijo a la iglesia de Tesalónica que su proclamación del Evangelio no les vino “solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y con plena convicción” (1 Tes.1:5). No podemos y no debemos estar contentos con predicar el mensaje más majestuoso y glorioso de todo tiempo con meras palabras.  

Hermanos, no estoy proponiendo que decidan si proclamarán el Evangelio o no basado en cómo se “sienten”. Ni estoy diciendo que necesitan tener una gran multitud de personas oyéndoles mientras predican al aire libre para haber sido “exitosos”. Pero cuando el Espíritu Santo ha venido sobre ti en poder sí lo “sientes”, y las personas sí se dan cuenta de ti y paran. La mayoría de las veces, el poder y la presencia del Dios vivo será evidente al predicador y a los que oyen.

Les ruego, hermanos, BUSQUEN A DIOS. Búsquenlo con todo el corazón. Corran a Sus pies y quédense ahí lo más que puedan. Alábenlo, caminen con Él, hablen con Él, intercedan por sus hermanos y por los perdidos, lean sus Biblias en sus rodillas, orando a través de Sus promesas. Sobre todo, NO DESCUIDEN ESTE MEDIO VITAL DE GRACIA. Tu vida espiritual depende de ello.

Evangelistas: la predicación sin poder puede traer muerte. Cristo es la vida, y Su vida es la luz de los hombres. Sólo con Su vida, Su luz y Su fuego en tu alma podrás esperar ser usado por Dios para ganar almas para Él. ¡Ora, ora, ora!

Termino con las siguientes citas de un digno hombre de Dios:

“¡Oh hermano, ora! A pesar de Satanás, ora. Emplea horas en oración. Antes descuida a los amigos que el orar. Mas bien ayuna y piérdete el desayuno, el almuerzo, el té, la cena – el sueño – antes que descuidar la oración. Y no debemos hablar acerca de la oración, debemos orar con vehemencia. El Señor está cerca. El viene calladamente mientras las vírgenes duermen.”

“He aprendido por experiencia que no es mucho labor sino mucha oración que es el único medio para el éxito.”

-Andrew Bonar



sábado, 2 de julio de 2011

LAS CRÓNICAS DE LAS SECTAS: Los Pentecostales Unicitarios Y La Trinidad



El pentecostalismo unicitario es muy común en esta ciudad, aunque aquí se conocen como los apostólicos. El movimiento pentecostal unicitario (no se debe confundir con el movimiento pentecostal dentro del cristianismo) abraza la herejía antigua del modalismo—a saber, una negación de la doctrina bíblica de la Trinidad. El modalismo mantiene que Dios no es tres Personas distintas en un Dios, sino una persona manifestada en tres diferentes modos a través de la historia. En el Antiguo Testamento Dios se manifestaba como el Padre; en la encarnación se manifestó como el Hijo; y después de la ascensión de Cristo Dios se manifestó como el Espíritu Santo. Pero el Padre, Hijo y Espíritu Santo nunca existieron simultáneamente. En otras palabras, Dios, siendo solo una persona, simplemente se puso diferentes mascaras a través de la historia. Esta herejía se originó en el tercer siglo A.D. y, tristemente, ha continuado hasta hoy en día.

La herejía modalista es tan absurda que una sencilla lectura del Nuevo Testamento revelará su error. Hay una multitud de pasajes que fácilmente refutan esta falsa enseñanza, como:

- Juan 1:1, que declara que el Verbo estaba con Dios y era Dios a la vez. Algunos pentecostales unicitarios afirman que este Verbo era solo una idea o pensamiento que existía en la mente del Padre. Sin embargo, el verbo estaba con Dios desde el principio (Juan 1:2), creó todas las cosas (Juan 1:3), era la vida y luz misma (Juan 1:4-5, 9), y se hizo carne y vino a su propia creación (Juan 1:10-14). Lejos de ser solo una “idea”, este pasaje claramente describe a Jesucristo como una Persona, existiendo por toda la eternidad con el Padre, otra Persona. Y no puedes estar con una persona y ser la misma persona a la vez. La explicación clara y lógica es que Jesús estaba con Dios y era Dios simultáneamente porque hay tres Personas que componen la Deidad.

-Colosenses 1:16-17, 1 Corintios 8:6 y Hebreos 1:2–10, que también dejan en claro que Jesús el Hijo creó el universo. Estos versículos son sumamente difíciles para los pentecostales unicitarios.

-Juan 17, Mateo 11:25, Lucas 5:16, etc., en que Cristo ora al Padre. Si Dios es solo una Persona entonces hay una gran inconsistencia en las Escrituras, ¿Pues a quién estaría orando Jesús? Para eludir este problema, los pentecostales unicitarios dicen que la humanidad de Jesús estaba orando a Su propia naturaleza divina. Aunque negarán creerlo, esencialmente están diciendo que Jesús estaba orando a Sí mismo. Sin embargo, vemos en las Escrituras que Cristo tenía una voluntad distinta a la del Padre. Esto es evidente especialmente cuando en el Huerto de Getsemaní ora: “no sea como Yo quiero, sino como Tú” (Mat.26:39; véase también: Marcos 14:36, Luc.22:42). Dichos pasajes sin duda hablan de dos Personas con dos voluntades.

Además, si Dios solo es una Persona y Jesús estaba orando al Padre, entonces dos modos de Dios eran manifestados al mismo tiempo, lo cual es imposible según los modalistas. Esta es una contradicción flagrante en su teología.  

-Mateo 3:16-17, Juan 12:28-30, Mateo 17:5, etc., que más aun reafirman el argumento de arriba, ya que el Padre en estos pasajes habla al Hijo. Nuevamente, que hay dos Personas aquí es muy claro. Mateo 3:16-17 es especialmente bueno porque nos muestra los tres miembros de la Trinidad juntos al mismo tiempo.

Cuando hablamos con apostólicos aquí, ellos raras veces nos dicen inmediatamente lo que son, usualmente sólo diciendo que son cristianos o pentecostales. Y casi nunca nos admiten directamente que son modalistas. Si uno le pregunta a un apostólico si cree en la Trinidad, éste muy probablemente responderá con una respuesta poco clara y de muchas palabras que incluirá algo como: “Yo creo en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. Realmente tendrás que insistirles que te den una respuesta clara y directa para conseguir que ellos rotundamente nieguen que Dios sea una Trinidad. La mayoría de los apostólicos con quienes yo he hablado me han llamado “hermano” y han querido que yo les reconozca como hermanos en la fe.

Pero no sean engañados—aunque sí es posible que alguien sea un verdadero hijo de Dios y esté un poco confundido en cuanto a la doctrina de la Trinidad, normalmente cuando te encuentres con un pentecostal unicitario este no va a ser el caso. La mayoría de las veces las personas que niegan la Trinidad lo hacen porque están perdidos y no conocen a Dios. Muchos de ellos saben lo que la doctrina verdadera y bíblica de la Trinidad enseña, y la rechazan como tal, demostrando que odian y rechazan la verdad porque no tienen el Espíritu Santo, que les guía a toda verdad. Aparte de la negación de esta doctrina, la secta de los apostólicos también cree que el bautismo en agua es necesario para la salvación, y que la señal de que uno ha sido salvado es hablar en lenguas. Por lo tanto, haciéndoles preguntas acerca de la Trinidad y la salvación, será fácil discernir si uno de estos “hermanos” o “pentecostales” pertenecen a este grupo hereje o no.