martes, 30 de agosto de 2011
domingo, 28 de agosto de 2011
CITAS CITABLES: ¡Dispáralos al Rojo Vivo!
La siguiente cita de Spurgeon da a una persona como yo mucha consolación. Recuerden que la Biblia dice que Dios usa lo necio de este mundo para avergonzar a los sabios (1 Cor.1:26-29). Yo definitivamente me contaría con lo "necio" de este mundo...y eso es verdad incluso en el evangelismo. No tengo el don de "orador elocuente" ni tengo facilidad de palabras (especialmente con el Español, mi segundo idioma).
Pero si eres como yo, y las palabras de tu predicación son pobres y lamentables, no hay razón de preocuparse. Busca al Señor y Su poder, pídele que te ayude... ¡y luego sal a las calles y dispara balas al rojo vivo!
Si un hombre será un ganador de almas, debe haber dentro de él una intensidad de emoción así como una sinceridad de corazón. Puedes predicar las advertencias más solemnes, las amenazas más terribles, de una manera tan indiferente y descuidada que nadie será afectada por ellas en la más mínima manera; y puedes repetir las exhortaciones más afectuosas de una manera tan carente de entusiasmo que nadie será movido ni a amar ni a temer. Opino, hermanos, que para ganar almas se necesita más de este asunto de sinceridad que en casi cualquier otra cosa. He visto y oído a algunos que eran muy pobres predicadores, que sin embargo llevaron a muchas almas al Salvador a través de la sinceridad con la cual dieron su mensaje. No había positivamente nada en sus sermones (hasta que el comerciante de víveres los usó para envolver su mantequilla con ellos), y sin embargo esos sermones débiles llevaron a muchos a Cristo. No fue tanto lo que los predicadores dijeron, sino más cómo lo dijeron, esa convicción llevada a los corazones de los oyentes. La verdad más sencilla llegó a tener tan impacto debido a la intensidad de las palabras y emoción del hombre de quién esta venía, que tuvo un efecto sorprendente. Si algún varón aquí me diera una bala de cañón, supongamos que pese cincuenta o cien libras, y me permita rodarlo por el cuarto; y otro me prestaría una bala de rifle, y un rifle con el cual la pudiera disparar, yo sé cuál sería el más eficaz de los dos. Que ningún hombre menosprecie la pequeña bala, ya que esta muy a menudo mata al pecado, y al pecador también. Así que, hermanos, no es el tamaño de las palabras que hables; es la fuerza con que las das que decide qué sucederá con esas palabras. Oí de un barco que fue disparado por el cañón de un fuerte, pero no logró hacer ningún daño hasta que el general comandante dio el orden de que calienten las balas al rojo vivo, y entonces la nave fue lanzada al fondo del mar en tres minutos. Eso es lo que debes hacer con tus sermones, dispáralos al rojo vivo; no importa si los hombres digan que eres demasiado entusiástico, e incluso fanático, dispáralos al rojo vivo, no hay nada más que sea ni la mitad de bueno para el propósito que tienes en vista. No salimos a tirar bolas de nieve los domingos, salimos a tirar balas de fuego; debemos lanzar granadas a las filas del enemigo.
¡Qué sinceridad merece nuestro tema! Tenemos que hablar de un Salvador sincero, un cielo sincero, y un infierno sincero. ¡Qué sinceros debemos ser cuando recordamos que en nuestra labor tenemos que tratar con almas que son inmortales, con el pecado que es eterno en sus efectos, con un perdón que es infinito, y con terrores y gozos que durarán para siempre! Un hombre que no es sincero cuando tiene un tema como este— ¿podría siquiera tener un corazón? ¿Se podría descubrir uno con un microscopio? Si él fuera disecado, probablemente lo único que se encontraría fuera una piedrecita, un corazón de piedra, o alguna otra sustancia igualmente incapaz de emoción. Confío que, cuando Dios nos dio corazones de carne para nosotros mismo, nos dio corazones que podían sentir por otras personas también.
Carlos Spurgeon, El Ganador de Almas
viernes, 26 de agosto de 2011
FOLLETOS EVANGELÍSTICOS: La Deídad de Cristo
¿Alguna vez has hablado con alguién que no cree que Jesucristo es Dios? Quizás este folleto pueda ayudar. Ahora, se podría escribir un libro entero acerca de la deídad de Cristo (y de hecho que hay muchos libros cristianos que tratan con este tema importante)...pero el mío es sólo una defensa corta y concisa. Fue diseñado para hacer que las personas que niegan, o estan dudando, la deidad del Señor se den cuenta de la cantidad de versículos que dejan claro que Cristo es Dios. Normalmente, los que niegan esta doctrina tienden a enfocarse sólo en un versíclo, o en un grupo de versículos...y estos casi siempre tomados fuera de contexto. Este folleto puede ayudar mucho a las personas que cometen dichos errores porque presenta una visión general de lo que la Palabra de Dios dice acerca de la deidad de Jesús. De esta manera, tales personas no podrán apoyarse en un sólo versículo, o en un grupo de versículos, para respaldar su negación de la deidad de Cristo cuando se den cuenta de que el consejo entero de la Biblia dice lo contrario. Metí la mayor cantidad de información que podía hacer caber en dos páginas.
Puedes descargarlo aquí:
http://www.cristianismobiblico.com/folleto-la-deidad-de-cristo.html
miércoles, 24 de agosto de 2011
martes, 23 de agosto de 2011
¡Cuídense de las Sanguijuelas!
Puede que sean amables, puede que sean corteses, puede que sean pacientes. Puede que no. Pero siempre tendrán mucho tiempo en sus manos.
Puede que lleguen en grupos o solos. Puede que vengan de trasfondos culturales y sociales muy distintos. Puede que propugnen puntos de vista religiosos, filosóficos y espirituales totalmente opuestos. Pero algo sí es cierto de todos ellos: estos individuos desperdiciarán tu tiempo.
Me refiero a las sanguijuelas demoniacas, un término que he acuñado para describir el tipo de personas con quienes normalmente me encuentro cuando predico el Evangelio en las calles. Son demoniacas, obviamente, porque vienen directamente del príncipe de este mundo. Son sanguijuelas porque absorberán todo tu tiempo, energía, recursos, paciencia y gozo en el Señor (si insistes en tratar de convencerles de la verdad). Incluso, puede que te hagan pecar.
Si, leíste bien la afirmación de arriba. Las sanguijuelas demoniacas son sumamente peligrosas, y uno debe tratar con ellas usando mucha cautela y sabiduría.
¿Entonces, qué es exactamente lo que una sanguijuela demoniaca hace y por qué la advertencia solemne?
Una sanguijuela demoniaca parece ser sincera. Tal persona se acercará a ti mientras que estés evangelizando, queriendo hablar contigo acerca asuntos espirituales. Muchas veces te elogiará por lo que estás haciendo, afirmando que él también conoce la verdad. Quizás también te dirá que está sirviendo al Señor. Pero luego te hará una pregunta o declaración de tal manera que, si eres listo, te darás cuenta de que él en realidad no está buscando respuestas—él está tratando de enseñarte a ti. Puede que él dogmáticamente intente a hacerte comprender verdades extra-bíblicas, basadas en su razonamiento, emociones y filosofías…pero, normalmente, una sanguijuela usará textos de prueba de la Biblia para respaldar sus puntos. Tomará un versículo aislado y fuera de contexto como la prueba absoluta de sus convicciones y/o doctrinas personales. Puede que sea una negación de una doctrina fundamental como la Trinidad; puede que sea una apelación emocional, como una declaración de que todos somos hijos de Dios y por lo tanto Él nunca nos mandaría al infierno; puede que sea un asunto que tenga que ver con la validez de una secta o falsa religión. En el caso de que lo guíes cuidadosamente a través de todos los versículos de la Biblia que él usa como evidencia de lo que cree, mostrándole el contexto de los versículos y explicándole de qué manera está equivocado en su interpretación de esos pasajes, una de dos cosas sucederá:
- Estará de acuerdo contigo. Así es; parecerá estar pensativo, meditando detenidamente sobre el tema presente, y consentirá contigo. Sin embargo, un poco después él regresará a su creencia original, y te dará otro versículo como la prueba de su punto de vista. Su memoria de corto plazo parece ser, pues, corta. En ese entonces ya habrás estado hablando acerca de otro tema, así que tendrás que dejar el punto actual que estabas tratando de plantear y nuevamente tratar de razonar con él sobre el primer punto. Cuando lo hagas, él quizás otra vez esté de acuerdo contigo sobre el primer punto, pero no estará de acuerdo con el segundo, así que probablemente tendrás que comenzar de nuevo con lo que estabas diciendo sobre el segundo punto antes de que fuiste interrumpido. Luego, si logras convencerle del segundo punto, él inevitablemente sacará un tercer y cuarto tema de debate, y mientras que trates con estos temas él de nuevo tratará de probar que su manera de pensar tocante al segundo y primer tema son correctos. Imagínate que estás perdido en un bosque y andas buscando una salida—pero por alguna razón siempre terminas en el mismo lugar donde comenzaste. Tal es el camino de estas sanguijuelas. Es un ciclo sin fin. Es un cruce de carreteras donde cada una de ellas te lleva a un callejón sin salida.
- No estará de acuerdo contigo. No recibirá nada de lo que dices. Quizás se burle de la conclusión de tu argumento minucioso, afirmando, sin fundamento, que es incorrecto y no es razonable. Cuando bíblicamente respaldes una doctrina que estás tratando de defender, él tendrá una mirada vidriosa y vacía, pausará por unos segundos, y simplemente te lanzará otro versículo de la Biblia para tratar de demostrar que estas equivocado. Él ignorará por completo tu argumento; ni si quiera lo responderá. Si no eres prudente caerás en su trampa y terminarás saltando por toda la Biblia tratando con cada pasaje de Escritura que él te da. Si le atrapas en su juego, demandando que te dé una respuesta al argumento y versículo de la Biblia que le diste al principio, es probable que su respuesta sea, nuevamente, una negación sin fundamento de lo que acabas de decir, y un rápido intento de cambiar el tema. Puede ser que también trate de atacarte a ti personalmente, o a tu “religión”, o puede que también saque otro pasaje o tema y trate de conseguir que debatan eso…comenzando el ciclo de nuevo. Otro término apropiado para este tipo de sanguijuela es “saltamontes de la Biblia”—ellos saltan de lugar a lugar, de escritura a escritura, de tema a tema, y nunca logras llegar a ningún lugar con ellos salvo la vía de la frustración.
Otra cosa importante de notar con respecto a las sanguijuelas es que raras veces querrán hablar de la salvación y el Evangelio. Ellos prefieren, y les encanta, discutir sobre temas secundarios de la Biblia. Toman doctrinas de las Escrituras que no son esenciales, las distorsionan, y las convierten en esenciales, y en las marcas que distinguen su “verdadero” sistema de creencias del de los demás. Tus intentos de señalar el error de sus caminos no producirán ningún cambio visible. Algunos serán amigables, pareciendo tener un deseo genuino de conversar contigo y conocerte. Otros también parecerán amigables pero su arrogancia y falta de razón se manifestarán tarde o temprano. Sin embargo, apenas levantaran el tono de su voz; todo el tiempo parecerán calmados y tranquilos. Jugarán con tus emociones—algunos lo harán intencionalmente. Una vez que hayan sucedido en exasperarte, te reprenderán tiernamente por tu enojo y falta de amor y paciencia. Sus métodos de manipulación son muy eficaces. TEN MUCHO CUIDADO CON ELLOS (Mateo 10:16). Si encuentras que la necedad anti-bíblica de ellos te está irritando, por favor no peques (Efesios 4:26).
¿Algunos Ejemplos de Sanguijuelas?
Una sanguijuela demoniaca es un “apostólico” (pentecostal unicitario) de mediana edad que conocí hace cinco años en Guadalajara. Se me acercó mientras que estuve en una plaza testificando a un joven confundido que había estado recibiendo estudios “bíblicos” por los testigos de Jehová. Algunos minutos antes de esta plática, al estar predicando al aire libre, vi a ese señor apostólico pararse a unos metros de mí oyendo cada palabra que decía, con una expresión contenta en su rostro. Cuando terminé y entre en conversación profunda con el joven, este se nos acercó e intentó de “ayudarme” a testificarle. Él nos interrumpía repetidamente, sacando temas de los cuales no estábamos hablando, y tratando de enseñar a este joven que tenía que ser bautizado “en el nombre de Jesús” para recibir la salvación. Yo le dejé terminar su presentación y después le dije al joven que no estaba de acuerdo con lo que dijo, y traté de hacer que el tema regrese al Evangelio. Afortunadamente, el joven ni por un minuto creyó ni hizo caso al apostólico. Después pasé un tiempo considerable hablando con el varón de mediana edad. Él era amigable y profesaba ser un creyente, y me llamaba “hermano”. Le expliqué que la salvación es por fe y no por obras y él estuvo de acuerdo conmigo, aunque después cambió de opinión y dijo que teníamos que hacer buenas obras para ser salvos en el final. Le expliqué que el bautismo no salva y él estuvo de acuerdo conmigo, pero después dio muchas vueltas tratando de explicarme algo de la salvación que era ininteligible. Miré a la derecha y vi que varias personas estaban paradas en frente de un letrero evangelístico que habíamos traído, así que me disculpé y me fui donde ellos estaban. El varón después comenzó una larga conversación con un hermano que estaba con nosotros, tratando de convencerle de que las mujeres se deben cubrir la cabeza y usar faldas largas. Hasta ese hermano se dio cuenta que había desperdiciado mucho tiempo debatiendo con un hombre sobre la ropa cuando había tantas personas alrededor de nosotros que necesitaban el Evangelio.
Una sanguijuela demoniaca es un “apostólico” (pentecostal unicitario) de mediana edad que conocí hace cinco años en Guadalajara. Se me acercó mientras que estuve en una plaza testificando a un joven confundido que había estado recibiendo estudios “bíblicos” por los testigos de Jehová. Algunos minutos antes de esta plática, al estar predicando al aire libre, vi a ese señor apostólico pararse a unos metros de mí oyendo cada palabra que decía, con una expresión contenta en su rostro. Cuando terminé y entre en conversación profunda con el joven, este se nos acercó e intentó de “ayudarme” a testificarle. Él nos interrumpía repetidamente, sacando temas de los cuales no estábamos hablando, y tratando de enseñar a este joven que tenía que ser bautizado “en el nombre de Jesús” para recibir la salvación. Yo le dejé terminar su presentación y después le dije al joven que no estaba de acuerdo con lo que dijo, y traté de hacer que el tema regrese al Evangelio. Afortunadamente, el joven ni por un minuto creyó ni hizo caso al apostólico. Después pasé un tiempo considerable hablando con el varón de mediana edad. Él era amigable y profesaba ser un creyente, y me llamaba “hermano”. Le expliqué que la salvación es por fe y no por obras y él estuvo de acuerdo conmigo, aunque después cambió de opinión y dijo que teníamos que hacer buenas obras para ser salvos en el final. Le expliqué que el bautismo no salva y él estuvo de acuerdo conmigo, pero después dio muchas vueltas tratando de explicarme algo de la salvación que era ininteligible. Miré a la derecha y vi que varias personas estaban paradas en frente de un letrero evangelístico que habíamos traído, así que me disculpé y me fui donde ellos estaban. El varón después comenzó una larga conversación con un hermano que estaba con nosotros, tratando de convencerle de que las mujeres se deben cubrir la cabeza y usar faldas largas. Hasta ese hermano se dio cuenta que había desperdiciado mucho tiempo debatiendo con un hombre sobre la ropa cuando había tantas personas alrededor de nosotros que necesitaban el Evangelio.
Una sanguijuela demoniaca es Marcos, que llevó al hermano Alex por muchos giros gigantes de montaña rusa en un sábado de evangelismo hace mucho tiempo. Él categóricamente negó la Trinidad y afirmó que Jesús no era Dios, y luego que sí lo era, pero después negó la deidad del Espíritu Santo. También afirmó ser sólo un pecador que no había alcanzado la salvación, pero luego afirmó ser salvo…y después negó otra vez que la hubiera alcanzado. Él claramente no tenía un entendimiento bíblico de la salvación. Yo lo vi hablando con Alex y me invité a su conversación. Recién había terminado una larga plática con otra sanguijuela unos minutos atrás (una experiencia muy peculiar con un hombre que dijo ser el mensajero de Dios y que había ido al Cielo, entre muchas otras cosas), y aunque mi conversación con esa sanguijuela no terminó mal en ningunos términos, yo para ser honesto estaba listo para “echarme encima” del siguiente hereje con quien me encontraba. Estaba cansado de tratar tanto con ellos. Y ese siguiente hereje terminó siendo Marcos. Aunque me exasperé con él internamente, Dios me dio la gracia para estar tranquilo. Su comportamiento era tan antipático que Alex ya estaba cerca de su límite. Traté de razonar con Marcos, pero apestaba de orgullo, tratando de presumir su conocimiento bíblico distorsionado, a menudo citando pasajes muy equivocadamente. Entre más inteligencia trataba de aparentar, más insensato parecía. Cuando le preguntamos si alguna vez había mirado con lujuria, él rehusó darnos una respuesta clara y directa. También rehusó obstinadamente a contarnos con qué grupo religioso se juntaba (supongo que con ninguno). Las mejores palabras que puedo usar para describir su condición son “totalmente ciego y muerto”. No le quedó otra a Alex más que francamente decirle que era un monstruo de soberbia. Nosotros dos finalmente nos rendimos y simplemente le rogamos que se arrepintiera de su insensatez y creyera en el Evangelio.
Una sanguijuela demoniaca es un testigo de Jehová recaído que conocí años atrás. Él se acercó a una hermana después de oír a hermanos de nuestro grupo evangelístico predicar al aire libre. La hermana no sabía cómo responder a sus argumentos, por lo tanto me llamó para que yo hable con él. En este tiempo todavía no había formulado buenas respuestas para dar a los seguidores de la Watchtower. Tenía algunos “desconcertadores” que traté de usar en él pero simplemente los rechazó, diciendo que estaban equivocados y dando respuestas ridículas que inventaba en ese mismo momento. Se portaba de una manera sumamente irracional e inmadura cada vez que trataba de razonar con él. Hasta arrogantemente se burló de mis ruegos a que se vuelva de sus pecados y huya de la ira venidera. Ni creyó que podía ser librado del poder del pecado por medio de Cristo, como yo le estaba rogando que creyera. Tengo que admitir que cometí un error muy grave con él; le estaba tratando de “desconcertar” sólo para ganar el argumento, y yo en mi propio poder estaba tratando de convencerle de la Verdad. Cuando esto no funcionó me enojé mucho con su irracionalidad…y, muy vergonzosamente, pequé. No grité, ni me puse violento, ni nada por el estilo, pero sí le hablé de manera contenciosa. Por mi apariencia y tono de voz, él notó que yo estaba enojado, y como el diablo que era trató de enseñarme acerca de los frutos del Espíritu Santo…lo cual me irritó aun más. Tristemente, esa batalla fue una victoria para el maligno.
¿Entonces cómo impedir que eso suceda? ¿Cómo debemos tratar con las sanguijuelas demoniacas?
- Ármate con sabiduría y discreción. Si no las tienes, pídele al Señor que te las de (Santiago 1:5-8). Pide al Señor que te ayude y fortalezca. Si eres como yo, resiste la tentación de contrarrestar todas sus herejías. Apégate a las verdades del Evangelio. Entiende que la cosa principal que él necesita no es corregir todas sus falsas doctrinas (tan importante como eso sea). Su necesidad urgente es entender el Evangelio verdadero y ser salvo. Si insiste en sacar otros temas, dile que puedes hablar de eso después, y nuevamente enfócate en el Evangelio.
- Ármate con sabiduría (2 Timoteo 2:23-26). No caigas en las manos del enemigo al enojarte sin tener que hacerlo. Comprende que no puedes convencerle de la Verdad de la misma manera que no pudieras convencer a un muerto que se despierte. El poder está en Cristo, y en la habilidad del Espíritu Santo de regenerarlos. Como nuestro Señor hizo cuando vino, sólo dale la verdad; no necesita una respuesta detallada a cada objeción que tiene. Tampoco pases mucho tiempo tratando de razonar con él intelectualmente, ya que probablemente no tendrá un genuino interés de oír la verdad. Simplemente dile cómo puede ser salvado, discúlpate, y busca a otro inconverso con el cual puedes hablar. Hay muchas otras personas que recibirán el Evangelio con buena gana (Mateo 11:25; Marcos 12:37).
- Ármate con humildad (1 Pedro 3:15-16; 5:5-7). Recuerda que tú también estabas muerto y ciego (Tito 3:3), y pídele al Señor que te de compasión para con la persona. Si necesita ser reprendido, repréndelo pero asegúrate de que tus palabras duras vengan de amor y un celo para la gloria de Cristo, y no de un enojo de la carne.
Bueno, ahí están tus directivas para tratar con las sanguijuelas demoniacas. Que estés preparado la próxima vez que te encuentres con una.
martes, 16 de agosto de 2011
LAS CRÓNICAS DE LAS SECTAS: El Aniquilacionismo
Hoy en día hay muchas sectas que niegan la doctrina de la eternidad del infierno. Algunos de estos grupos (como los Testigos de Jehová y los Adventistas del Séptimo Día) en cambio creen que Dios simplemente aniquilará a los que no han vuelto de sus pecados.
Sin embargo, las Escrituras describen el infierno como un lugar de tormento consciente, donde los pecadores sufrirán “castigo eterno” (Mat.25:46), siendo “atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apoc.20:10). El infierno es un lugar de “eterna perdición” y exclusión “de la presencia del Señor” (2 Tes.1:9), “fuego que nunca se apagará” (Mat.3:12; Mar.9:43), un lugar de “la oscuridad de las tinieblas” (Jud.13) donde habrá llanto y crujir de dientes (Luc.13:28).
Para mayor información sobre la evidencia bíblica de un infierno eterno, por favor ve a:
Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana: El Infierno
http://www.miapic.com/el-infierno
Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana: El Infierno
http://www.miapic.com/el-infierno
Una objeción común de los que niegan la eternidad del infierno—o incluso los que niegan la existencia de un lugar llamado el infierno—es que no parece lógico o justo que Dios castigara a los pecadores por toda la eternidad por haber pecado contra Él en el tiempo. ¿Si hemos cometido un número finito de pecados—ellos preguntan—como entonces podemos merecer un castigo infinito?
La respuesta, de nuevo, se encuentra en las Escrituras. Dios es santo (Isa.6:3) y perfectamente justo y recto (Sal.7:11), y por lo tanto no puede mirar el pecado (Hab.1:13). De hecho, la Biblia dice que Él aborrece a los que practican iniquidad (Sal.5:5). Él es un Dios eterno (Isa.40:28) e infinito en poder y fuerza (Job 37:23; 1 Tim.6:15-16). Nosotros hemos pecado contra este Dios infinito, eterno y omnipotente, y por lo tanto merecemos un castigo eterno por nuestros pecados.
Vea, no es la cantidad, sino la calidad de un crimen que determina el grado del castigo de un criminal. Y la calidad del crimen es determinada por la calidad de contra quien cometemos el crimen.
Vea, no es la cantidad, sino la calidad de un crimen que determina el grado del castigo de un criminal. Y la calidad del crimen es determinada por la calidad de contra quien cometemos el crimen.
Esto se puede ver en nuestro propio sistema de justicia penal. Si piso una hormiga, no es probable que tenga que enfrentar ningunas consecuencias legales. Sin embargo, si mato a un gato domestico por ninguna razón, puedo ser demandado por el dueño del animal, y aun enjuiciado por crueldad animal. Y si quito la vida de un ser humano sin justa razón, ciertamente recibiré la cadena perpetua y/o la pena de muerte. Cuanto mayor sea el valor de un individuo, mayor será el crimen contra él y más severo será el castigo.
Y la verdad es que nosotros, pecadores totalmente depravados y malvados como somos, hemos ofendido a un Dios que es infinito en gloria y pureza, e infinito en valor. Nos hemos atrevido a levantar los puños hacia el cielo y rebelarnos contra nuestro propio Señor y Rey. Nos hemos atrevido a maldecir y blasfemar a este Creador Todopoderoso, y pronunciar a nosotros mismos como señores y dioses de nuestras propias vidas. Si no hemos hecho estas cosas directa y abiertamente, lo hacemos indirectamente cada vez que escogemos pecar voluntariamente. Como los puritanos declaraban con toda razón, ¡el pecado es locura total! ¿Cómo podemos aun pensar en rebelarnos contra este gran y terrible Dios?
Y la verdad es que nosotros, pecadores totalmente depravados y malvados como somos, hemos ofendido a un Dios que es infinito en gloria y pureza, e infinito en valor. Nos hemos atrevido a levantar los puños hacia el cielo y rebelarnos contra nuestro propio Señor y Rey. Nos hemos atrevido a maldecir y blasfemar a este Creador Todopoderoso, y pronunciar a nosotros mismos como señores y dioses de nuestras propias vidas. Si no hemos hecho estas cosas directa y abiertamente, lo hacemos indirectamente cada vez que escogemos pecar voluntariamente. Como los puritanos declaraban con toda razón, ¡el pecado es locura total! ¿Cómo podemos aun pensar en rebelarnos contra este gran y terrible Dios?
Pero el pecado más grande de todos, el que absolutamente sellará nuestra condenación en el infierno por toda la eternidad, es menospreciar la bondad y misericordia de Dios demostrada en la cruz del Calvario…rechazar la única esperanza que los pecadores tienen para la salvación, menospreciar el sacrificio glorioso de Cristo en la cruz y pisotear Su preciosa sangre, teniendo por inmundo el acto más grande de amor que el mundo jamás ha visto. Jesús, el Rey de Reyes y Señor de Señores, dejó Sus riquezas celestiales y vino al basural de pecado que es este mundo, se humilló de tal manera que vivió como un mero siervo pobre, y murió en una cruz llevando el castigo de Su pueblo. Después resucitó de entre los muertos y una vez por todas derrotó todo el poder del pecado, de la muerte y del infierno. Por toda la eternidad, todos aquellos que se arrepintieron y creyeron en Su nombre cantarán: “¡El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza!” (Apo.5:12). Realmente es locura rechazar a un Salvador tan infinitamente digno que nos ofrece la vida, e incluso estaba dispuesto a venir a este mundo y morir en una cruz para salvarnos de la ira de Dios que justamente merecíamos.
“¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisotee al Hijo de Dios, y tenga por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado y ofenda al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: ‘Mía es la venganza, yo daré el pago’, dice el Señor. Y otra vez: ‘El Señor juzgará a su pueblo’. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”
Hebreos 10:29-31
Hebreos 10:29-31
El caso está cerrado, pienso yo. Pero sólo terminaré con una observación final. Los fuegos del infierno son para tormento, y no para purificación. Los fuegos eternos nunca podrán limpiar a un hombre de sus pecados; solo la sangre de Cristo tiene poder de quitar y lavar nuestra maldad, y solo el Espíritu Santo puede regenerar nuestros corazones para que lo podamos amar. Por lo tanto, todos los que mueren en sus pecados seguirán siendo viles y abominables e impenitentes y aborrecedores de Dios en el infierno. (Leer Apocalipsis 9:20 y 16:8-11. Aún después de experimentar la misma ira y juicios de Dios, ellos no se arrepintieron de sus obras malas ni le dieron la gloria; continuaron maldiciendo y blasfemando a Dios).
Y peor aún, la gracia común de Dios será quitada de ellos, eliminando del ser de ellos cualquier y toda apariencia externa de bondad y hermosura. Entonces todos los santos y ángeles y criaturas creadas para la gloria de Dios verán a estos rebeldes como verdaderamente son—monstruos de iniquidad totalmente horrendos y grotescos. Como dijo un predicador, el día en que sean arrojados al infierno, toda la creación se regocijará y cantará porque el Señor por fin los ha quitado de este mundo.
Los pecadores en el infierno seguirán aborreciendo a Dios, y seguirán recibiendo el castigo justo que merecen—por toda la eternidad.
jueves, 4 de agosto de 2011
¿QUIERES UNA CONFERENCIA DE EVANGELISMO EN TU IGLESIA?
¿Vives en México? ¿Deseas aprender cómo compartir tu fe bíblica y eficazmente? Dios mediante, este año nosotros comenzaremos a realizar conferencias en iglesias de diferentes partes del país. Para mayor información acerca de nuestros cursos de entrenamiento haz clic en el siguiente link:
miércoles, 3 de agosto de 2011
lunes, 1 de agosto de 2011
Respondiendo a los Críticos: Los Pentecostales Unicitarios
Un poco de tiempo después de escribir la entrada acerca de los pentecostales unicitarios y su negación de la Trinidad en mi blog en inglés, recibí un comentario de un pentecostal unicitario que parecía estar contrariado. Pensé que sería provechoso responder abiertamente a lo que me escribió, porque el punto de vista de tal persona representa la lógica defectuosa y razonamiento errado detrás de los que defienden esta falsa doctrina. Esta es la traducción de mi respuesta. Respondo a cada afirmación individual de la persona que me escribió (a quien yo mantendré en el anonimato). Sus comentarios están en rojo.
Él comienza diciendo:
Las escrituras que tú usaste cuando lo miraste de un punto de vista monoteísta parecen establecer una unidad [en vez de una Trinidad]. El pueblo de Dios “los judíos” creía en un Dios. Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es.
[Ante todo, nota que la persona no responde a ninguno de los argumentos que presenté en mi entrada de blog refutando la herejía del modalismo y presentando la evidencia para una Trinidad. En el mejor de los casos, lo que esta persona hace es tomar uno de los versículos que yo usé para defender mi posición, dar su propia explicación e interpretación de lo que ese versículo significa, y retarme con esa explicación. Cuando refutes las afirmaciones de un miembro de una secta con una respuesta sólida y bíblica, normalmente lo que la persona hará es ignorar por completo tus argumentos y tratar de cambiar el tema, o te presentará una respuesta preprogramada que no tiene nada que ver con lo que tú acabas de decir. Puede ser muy frustrante a veces, ya que puede sentirse como si estuvieras hablando con una pared. A los miembros de las sectas normalmente no les enseñan a reflexionar sobre asuntos importantes, sólo a repetir información.]
Bueno…primero, Deuteronomio 6:4 es usado para de alguna manera probar que Dios es sólo una persona. Sin embargo, este versículo no contradice el argumento para la Trinidad; de hecho, lo respalda. La doctrina de la Trinidad es que hay UN Dios que existe en tres Personas, y cada una de las Personas es plenamente Dios. Deuteronomio 6:4 declara que sólo hay UN Dios. No hay ninguna contradicción ahí—sólo que el pasaje no sigue a explicar en más detalle la naturaleza de Dios con respecto a Su persona. No obstante, se podría argumentar que la palabra para “uno” en hebreo es echad, lo cual denota una unidad compuesta (e.g. Gen.2:24: “dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola [echad] carne”); pero aun si no contaríamos ese argumento, muchos otros pasajes en el Antiguo Testamento si nos dan una visión de la pluralidad de Personas en la Deidad, como:
[Ante todo, nota que la persona no responde a ninguno de los argumentos que presenté en mi entrada de blog refutando la herejía del modalismo y presentando la evidencia para una Trinidad. En el mejor de los casos, lo que esta persona hace es tomar uno de los versículos que yo usé para defender mi posición, dar su propia explicación e interpretación de lo que ese versículo significa, y retarme con esa explicación. Cuando refutes las afirmaciones de un miembro de una secta con una respuesta sólida y bíblica, normalmente lo que la persona hará es ignorar por completo tus argumentos y tratar de cambiar el tema, o te presentará una respuesta preprogramada que no tiene nada que ver con lo que tú acabas de decir. Puede ser muy frustrante a veces, ya que puede sentirse como si estuvieras hablando con una pared. A los miembros de las sectas normalmente no les enseñan a reflexionar sobre asuntos importantes, sólo a repetir información.]
Bueno…primero, Deuteronomio 6:4 es usado para de alguna manera probar que Dios es sólo una persona. Sin embargo, este versículo no contradice el argumento para la Trinidad; de hecho, lo respalda. La doctrina de la Trinidad es que hay UN Dios que existe en tres Personas, y cada una de las Personas es plenamente Dios. Deuteronomio 6:4 declara que sólo hay UN Dios. No hay ninguna contradicción ahí—sólo que el pasaje no sigue a explicar en más detalle la naturaleza de Dios con respecto a Su persona. No obstante, se podría argumentar que la palabra para “uno” en hebreo es echad, lo cual denota una unidad compuesta (e.g. Gen.2:24: “dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola [echad] carne”); pero aun si no contaríamos ese argumento, muchos otros pasajes en el Antiguo Testamento si nos dan una visión de la pluralidad de Personas en la Deidad, como:
Génesis 1:26, donde Dios dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Este versículo ha dejado perplejo a los eruditos judíos por muchos siglos. Algunos han sugerido que Dios estaba usando una manera de hablar “majestuosa”, hablando en la tercera persona para referirse a Sí mismo, así como algunos reyes antiguos lo han hecho en la historia (e.g.: “Hemos decidido conceder tu petición”). Sin embargo, no hay ningún precedente para esto, ni en la historia de Israel ni en la Biblia. Otros han sugerido que Dios estaba hablando con los ángeles. Sin embargo, este argumento se deshace cuando uno se da cuenta de que el hombre no fue creado según la imagen de los ángeles, y que los ángeles no tenían ninguna parte en la creación del mundo ni del hombre (Isaías 44:24).
-Génesis 3:22: " He aquí el hombre es como uno de Nosotros, sabiendo el bien y el mal…"
-Génesis 11:7: "Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua..."
-Isaías 6:8: "... ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" (Nota que este pasaje combina el plural “nosotros” con el singular “enviare”).
-Salmo 45:6-7: “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros…” El pasaje claramente está hablando de Dios, y sin embargo este llama a dos Personas distintas “Dios”. Hebreos 1:8 cita este pasaje y lo aplica a Cristo.
-Salmo 110:1: "Salmo de David. Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies." Otra vez, el pasaje es citado en el Nuevo Testamento (Mat. 22:24-26) y se refiere a Jesús. David está llamando a dos diferentes Personas “Señor”.
-Génesis 3:22: " He aquí el hombre es como uno de Nosotros, sabiendo el bien y el mal…"
-Génesis 11:7: "Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua..."
-Isaías 6:8: "... ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" (Nota que este pasaje combina el plural “nosotros” con el singular “enviare”).
-Salmo 45:6-7: “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros…” El pasaje claramente está hablando de Dios, y sin embargo este llama a dos Personas distintas “Dios”. Hebreos 1:8 cita este pasaje y lo aplica a Cristo.
-Salmo 110:1: "Salmo de David. Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies." Otra vez, el pasaje es citado en el Nuevo Testamento (Mat. 22:24-26) y se refiere a Jesús. David está llamando a dos diferentes Personas “Señor”.
Juan 1:1 el verbo ("logos")
No significa Jesús, sí significa razón, una idea o palabras que se convirtieron en Jesús.
Citando la explicación de este versículo de mi previa entrada de blog acerca del Modalismo, la cual esta persona aparentemente ignoró por completo:
No significa Jesús, sí significa razón, una idea o palabras que se convirtieron en Jesús.
Citando la explicación de este versículo de mi previa entrada de blog acerca del Modalismo, la cual esta persona aparentemente ignoró por completo:
"Juan 1:1, que declara que el Verbo estaba con Dios y era Dios a la vez. Algunos pentecostales unicitarios afirman que este Verbo era solo una idea o pensamiento que existía en la mente del Padre. Sin embargo, el verbo estaba con Dios desde el principio (Juan 1:2), creó todas las cosas (Juan 1:3), era la vida y luz misma (Juan 1:4-5, 9), y se hizo carne y vino a su propia creación (Juan 1:10-14). Lejos de ser solo una “idea”, este pasaje claramente describe a Jesucristo como una Persona, existiendo por toda la eternidad con el Padre, otra Persona. Y no puedes estar con una persona y ser la misma persona a la vez. La explicación clara y lógica es que Jesús estaba con Dios y era Dios simultáneamente porque hay tres Personas que componen la Deidad."
Collosenses [sic] 1:16-17 sólo tiene sentido si Dios y Jesús son uno porque en Génesis la Biblia dice que en el principio “DIOS” creó los cielos y la tierra, pero en Colosenses 1:16-17, Corintios 8:6 [sic] y Hebreos 1:2-10 dice que “JESÚS” fue el creador, entonces ellos son uno y el mismo o estás diciendo que la biblia está en error.
Nuevamente, este pentecostal unicitario me lanza un argumento monoteístico para de alguna manera tratar de probar que no hay tres Personas distintas en la Deidad. Me parece que esta persona ni siquiera sabe lo que es la doctrina de la Trinidad. Nadie jamás ha dicho que Jesús no es Dios; el argumento trinitario es que el Padre, Hijo y Espíritu Santo, aunque siendo UN SOLO Dios, son TRES Personas distintas. Además, los versículos citados arriba para tratar de respaldar el modalismo en realidad totalmente refutan la herejía del modalismo, ya que el modalismo enseña que Jesús (el Verbo y el Hijo) era sólo una mera idea en la mente del Padre antes de la fundación del mundo. ¿Cómo puede una mera idea crear el universo? Si el Hijo es el Creador de todo, entonces tiene que ser más que un concepto, tiene que ser una Persona…una Persona que existió junto con el Padre en la eternidad pasada. Y si el Hijo y el Padre existieron al mismo tiempo, esto claramente refuta la doctrina pentecostal unicitaria, que declara que dos “modos” de Dios no pueden coexistir simultáneamente.
Juan 17, Mateo 11:25, Lucas 5:16 Jesús era Dios y un hombre, como un hombre fue tentado y creció en sabiduría, se envejeció y tenía una voluntad distinta que la de Dios. En el huerto Él dijo la voluntad de Dios no mi voluntad aunque la biblia dice que Él tenía todo poder (un reino dividido caerá, la palabra de Dios no la mía) pero sin embargo el aumento de Su reino no tendrá fin.
Esto, por supuesto, se refiere al argumento pentecostal unicitario de que Dios tenía dos diferentes voluntades, no porque el Hijo es una Persona diferente que el Padre, sino porque Dios, una Persona, se hizo carne—y la voluntad de Su carne era diferente que la voluntad de su espíritu. En otras palabras, la naturaleza humana de Dios hablaba con Su naturaleza divina. Así que en pasajes como Mateo 26:39, cuando Jesús dijo, “no sea como Yo quiero, sino como Tú”, esto sólo era el cuerpo de Jesús hablando con Dios. El cuerpo de Dios hablaba con Dios. No logro entender como esto no blasfema a Dios al convertirlo en un esquizofrénico.
Como Dios Él sanó, perdonó los pecados, levantó a las personas de entre los muertos, etc. Sólo una pregunta Dios murió en la cruz) o un hombre sin pecado que era el tabernáculos de DIOS. [sic]
Finalmente, el último argumento que este pentecostal unicitario presenta…y en realidad, la cereza encima de este sundae mortal y herético. Me quedo perplejo y horrorizado por la insinuación detrás de la pregunta en la última oración. ¿Esta insinuando esta persona que Cristo sólo era un “hombre sin pecado”? ¿Está negando la encarnación del Señor Jesucristo? ¿Está diciendo que Dios en realidad no se hizo hombre y habitó entre nosotros, y nosotros no vimos Su gloria (Juan 1:14)? Si quiso decir esto o no, esta es la conclusión lógica del modalismo, que enseña que Jesús sólo era la carne de Dios que hablaba con Su espíritu que estaba en un lugar diferente. El decir que Cristo no era, ni es 100% Dios y 100% hombre al mismo tiempo es anti bíblico y una herejía descarada.
Pero para responder la pregunta, esta es la falacia lógica del falso dilema (la cual da una pregunta y presenta como respuestas dos puntos de vista opuestos como las únicas opciones posibles de escoger). La respuesta es ninguno. Dios el Hijo se hizo hombre para que pueda probar la muerte por todos (Hebreos 2:9). Dios el Hijo murió en la cruz. El Padre no se hizo hombre y murió en la cruz, ni tampoco lo hizo el Espíritu Santo. Fue el Hijo…y murió físicamente. Y aunque es cierto que Él también probó la muerte espiritual por nosotros en el sentido de que murió bajo la ira y abandonó de Dios (Mat. 27:46), es claro que su “espíritu” NO podía haber muerto en el sentido de dejar de existir, ya que Dios es eterno, inmortal e infinito y por lo tanto no puede morir.
Bueno, espero que esto haya sido de bendición y edificación para todos los que lo leyeron. Que siempre contendamos “ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3).
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