Los Juegos Panamericanos se acabaron oficialmente. En las dos semanas de esta evento, predicamos en los mismos lugares donde normalmente vamos en el Centro. Las cosas fueron casi igual en cuanto al evangelismo. Aunque sí vi a muchos turistas andando por las calles con etiquetas identificadoras colgando de sus cuellos, la mayoría de las personas en las calles eran de Guadalajara. Las calles estaban llenas con ellos; como fue anticipado y esperado por las autoridades de Guadalajara, los de aquí usaron los Juegos como un pretexto para hacer fiestas, tomar vacaciones, comprar y caminar por toda la ciudad. Hubo muchas celebraciones, eventos y música en vivo en el Centro.
También cerraron casi toda una calle principal sólo una cuadra de donde vivimos. Ahí pusieron muchos puestos con información turística de otros países y otras partes de México, de mercancía de los JPs, de souvenires y de comida. Esta calle se encuentra con una glorieta inmensa, también sólo una cuadra de donde vivimos; cerraron la mitad de ella y pusieron ahí un escenario gigante donde tuvieron grupos musicales tocando cada día de los Juegos, de la tarde hasta las 11pm. Nuestro vecindario estuvo muy ruidoso, y lleno de personas y de tráfico (por la desviación de los carros debido a que cerraron la calle principal y la glorieta cerca de ahí.)
Ha sido una celebración tras otra aquí en Guadalajara, ya que cinco diferentes eventos ocurrieron durante más o menos el mismo tiempo. Primero, el 12 de miércoles fue la celebración anual e idolatra de la Virgen de Zapopan; luego dos días después los Juegos comenzaron; y mientras que eso estaba sucediendo hace dos semanas, las reliquias del difunto Juan Pablo II llegaron de visita a diferentes partes de la ciudad, atrayendo a una multitud de seguidores devotos; ayer fue Halloween; y finalmente, la temporada concluyó con el Día de los Muertos. Tres semanas de idolatría (de María, el papa, los deportes y sus amados queridos ya difuntos), borrachera, jolgorio, orgullo nacional, sensualidad, adoración a la muerte, ocultismo y muchos otros pecados que realmente no quisiera mencionar.
Por favor oren por Guadalajara.
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